–Por favor no hagas promesas sobre el bidet- Dijo una vez. Resulta que cumplí
con cada una de esas promesas.
-Historia de un paciente-
Capítulo 1 – Buenos Aires
01/06/2023 – Cabildo y Juramento (Belgrano) – El cigarrillo a medio terminar, el escaparate de una cafetería, porteños que van y vienen apurados en una urbe caótica e inundada de una soledad compleja, una soledad que desea a gritos en silencio ser acompañada. Buenos aires puede ser la ciudad mas linda del mundo pero por instantes también puede ser la peor ciudad, y ese contraste la torna seductora a los ojos de quien la aprecia. De Saavedra a Corrientes, Buenos Aires luce magnifica y muy segura de lo que es aunque nunca parece estar en un momento +optimo para las cosas que le pueden ser muy buenas a futuro. No considero que se quedó en el tiempo como Roma, Nápoles o Salerno, pero vive en una melancolía inmersa en un mar sin respuestas en donde los únicos que la componen son esas mas de 16 millones de almas. La injusticia, la nostalgia, el caos, el insulto, el lunfardo, describen perfectamente una ciudad hermosamente contradictoria que hacen con que esos mismos «defectos» la tornen mas linda de lo que siempre fué.
Todo puede suceder en la ciudad de la furia, a cualquier instante y en cualquier lugar. Ella no se reprime pero niega la posibilidad total de llegar a triunfar en su romance con las personas. Las grandes capitales del mundo, en su gran mayoría duermen, Buenos Aires no conoce el descanso, no duerme, no cede ante el implacable paso del tiempo. Ella no envejece a pesar de los años que tiene y parece que cada vez se vé mas joven y autentica.
Buenos Aires es como esa piba que te abre las puertas de su vida, donde sabes que es un quilombo (hermoso), pero aún así jugas con la posibilidad de no estar a la altura de lo que desea o el momento. La 9 de Julio, la avenida mas ancha del mundo es totalmente imprevisible, no sabes si en ese primer encuentro la besarás o al menos lograrás sacarle una sonrisa, tampoco sabes si vas a llegar al destino que querés. Por ahí la Linea D te puede llevar a Belgrano, mediante el subte pero a mitad de camino te sorprendes con un destino totalmente distinto y un escenario aún mas oscuro por momentos.
Llegar a Ezeiza o a la costa en el Eladia Isabel y elogiar a Buenos aires es como preguntarle a alguien si puedes besarla, sabes muy bien que te meterás en problemas porque te terminas enamorando de ese caos, de esas historias que esconden drama, suspenso, locura y pasión de manera intermitente… por eso siempre es mejor robar el beso a la ciudad, para comprender que solamente sos un turista mas en la gran ciudad. Charly, Fito, Maradona, Ceratti, Luca Prodan, Ménem, de la Rua y hasta el nefasto de Perón, son personajes icónicos de la gran ciudad. Momentos que la marcaron y quizás por eso no se permite sorprender, o sonreír hacia algo nuevo pues algo que no sabe ni sospecha la acecha.
Caminito, Recoleta, Palermo, Puerto madero, la Villa 31, Don Torcuatto… Matices de una ciudad castigada por el tiempo en su inconsciente pero que se muestra mejor que nunca, quizás en su mejor momento, quizás así lo piense solamente. De pronto la urbe se volvió indiferente hacia mí, cambió, nunca quise gobernar C.A.B.A. pero hubiese gestionado muy bien su economía emocional… ¿Quien diría que ese fué el último día que la visité?…
Capítulo 2 – El Fernet que quedó
El fernet, el amanecer, el y ella, fue un sueño recurrente estando en Pocitos tan cerca y tan lejos a la vez. Nunca se cumplió, era como quien olvida un Fernet casi sin tomar en el placard de la cocina. Tomarlo en algún bar le recuerda su aroma, su perfume, la sonrisa y esa mirada con un vestigio de alguna tristeza no resuelta. Cuando le pedía un poco era porque el quería todo lo que ella le pudiera dar, cuando le pide que olvide es porque quiere que recuerde todo lo que sucedió, cuando le dice que no piensa es porque el no deja de pensar y cuando intenta esconderse es porque solamente le quiere mostrar lo que aún el es.
Un balcón, un abrazo por detrás…
-«Que loco lo de las estrellas, ¿no?– le dijo a ella con aires de pensativo
-¿Por que?- pregunta ella con un par de lágrimas en los ojos
— Porque lo que vemos en el cielo, es apenas el rastro de lo que explotó hace miles de años… y ¿sabes que?, todos explotamos por cosas del día a día, lo importante esa poder expresar eso, ni que sea en forma de tristeza- le dijo y asintió un abrazo casi como cubriendo sus miedos, sus inexistencias, sus dolores
Ahora el acaso no lo dejaba tan solo, el jazz sonaba a medios tintes y en vez de evocar a la nostalgia, se animó a proyectar a futuro, aun habiendo riesgo de que esa estructura se desmoronase. La constante entre el amor y el deseo eran cotidianas, nunca pensó que era solamente el pasajero de un velero que estaba por frenarse a cualquier momento.
El fruto de ella se volvía parte de su vida y aprendió a quererlo, cuidar, regar esa planta en crecimiento, donde lo único que quería era ver que reverdeciera a cada día, aun sin saber como hacerlo, aun sin experiencia.
Nunca le agradó la obra «Muerte de una crónica anunciada», y en ese tiempo la cuestionaba mucho, talvez porque inconscientemente tenía el presagio de que así le sucedería, como ese humo del cigarrillo que se disipa hasta desvanecerse totalmente de un instante a otro. el 70/30 no fue suficiente, el amargor de ese gin tonic, desaparecía cuando veía su sonrisa, definitivamente ella era un desastre en la cocina, pero era su desastre, un desastre hermoso.
A quien llamará cuando necesite?, a quien escuchará cuando se le antoje un cuento?, quien la buscará para preguntarle «¿Como te sientes?» ? El jugó a las apuestas y el casino de la vida le estaba empezando a dar pérdidas en lo sentimental, en lo emocional. Sabía muy bien que la mirada de la amistad no era la misma que del amor. Ahora comprendía porque el fernet siempre se toma con coca y nunca, nunca puro…
Capítulo 3 – El Blues que nunca escucharon
Ya sabía que ella era desorganizadamente organizada; disfrutaba ver como arreglaba su ropa, dando mil vueltas sobre la misma prenda y olvidando una u otra cosa. Sabía que no la vería por una semana pero aún así se sentía hipnotizado viendo como ponía en practica su TOC, verificando las mismas cosas siempre. Recordaba específicamente un cuento, de los cuales no plasmaré aquí, sin embargo nunca lo escuchó (de esos que sonreiría mucho si lo leyera).
Jamás logró olvidar el nombre del Blues que sonaba mientras recorría la ruta de su beso, irónicamente se llamaba «Kiss of Death» de Tinsley Ellis.
-Guarda ese blues para cuando vuelva-
Según me contó, nunca lo escucharon, ni siquiera tuvo tiempo quizás; sabía que el ir y venir de su vida era muy agitado, siempre respetó eso de ella. Pero se acordó de un episodio que el mismo utilizó para hablar sobre la vida… Un reloj sin pilas, aun estando sin función aparente alguna, marcaba la hora exacta dos veces al día, ya en ese momento se sentía un reloj sin pilas y sin manecillas que marcaran las horas, los minutos, lose segundos, el tiempo ya se había venido demasiado rápido sobre el. Se tuvo que ver en la posición de hacerse amigo de dos cosas importantes: El tiempo mismo y el dolor, sabía que si no entraba en una tregua con ambos elementos no la iba a terminar pasando bien, entonces se dedicó a dialogar con su inconsciente. El blues suele parecer interminable a veces, aunque en ese clic moderno, ya era inalcanzable y fuera de foco.
Me contó que le dejó un billete a ella que nunca lo encontró, pero que rezaba lo siguiente «I’ve been floating through the storms just to be inside your mind, I want to wake up where your are, I want to hold your hand tonight». Desde lo alto del 401, empezaba a no ver mas el atardecer ni tampoco el paisaje urbano que había aprendido a amar, pero que raro todo, porque se fue a esconder dentro del movil que ella lo leería a el. Las cosas que había aprendido, las veces en que casi había desistido, será que tendría que haberse quedado?, será que tenía tanto para decirle? No existen las muchas palabras cuando no existen oídos conectados al alma y al corazón de una persona. El sabía que se volvería mas cerrado, mas seco, mas reservado, al fin y al cabo su presagio de muerte anunciada no estaba tan equivocado, aprendería que todavía no sabía amar.
-Martín, si ella supiera que no dormí esa noche, porque estaba engripada y temía por su fiebre que se elevara, si ella supiera las veces que me costaba dormir solo para observar su mayor momento de paz entre tanto caos que vivía, si ella supiera que…-
-Si lo hiciste, es porque nació de tí, no tiene que saberlo, es injustamente justo pero es así que tiene que ser- Intervine sobre su relato interrumpiéndolo, pues yo sabía que el sabia que ella nunca volvería, por mas que lo extrañe mucho a el, se preguntarán ¿por que?, Opto por guardarme esa teoría.
Cuando me relataba lo que le pasaba yo pensaba lo siguiente: El intentó. Durante mucho tiempo le envió señales. El habló, en su idioma, en otro idioma y en mil idiomas mas. Su vida era un guión sin la dirección de ella, pero el Show must go on, escribiendo otro libreto sin sentido y psicodélicamente exquisito por no saber digerir aún lo que le estaba sucediendo. Ya ella, no tenía mas que un solo cuadro colgado en su casa, quizás porque no era de recordar mucho, quizás porque la vida en ese momento no era como ella lo esperaba realmente, por eso él, no podía pretender pintarle un horizonte infinito, ni caminar de la manera que el creía conveniente, pues al término de todo se bifurcaría ese camino y todo se transformaría en una dualidad.
Capítulo 4 – 16/12 – 21 horas
-Martín, le escribí algo a ella y quiero dejártelo acá en tu consultorio, puede ser?- me preguntó con aires de superación
-Claro que sí- le dije. Cuando se fué lo leí:
«Si el diablo me pide el alma le paso tu teléfono y lo arreglan entre ustedes…
ya ni me la acuerdo, ya no me debe ni entrar,.
Me desacostumbré a verme tan «PERSONA»,
si de repente me pusiera el alma de vuelta sería sospechoso en el mejor de los casos.
¿Viste alguna vez un quía* caminando sin destino con una llave inglesa en la mano?
dá mucho miedo ¿no?.
dá miedo cuando la incertidumbre se junta con lo peligroso,
yo con alma soy eso, porque quiero tanto que lastimo o salgo lastimado…
desde que la tenés vos ando mas tranquilo, estar vacío es mas liviano, menos contundente.
Yo sabía que cuando la sangre te deja de correr las enfermeras no saben donde mierda poner la pichicata.
La mayoría se rinde rápido, entonces se terminan yendo con otros pacientes y a lo mejor los caso con algún otro doctor …
y aunque es verdad que las noches muchas veces se ponen exigentes
cuando mi ángel de la guarda está de franco, le chiflo al diablo que no tiene de donde puta agarrarme…»
*Quía: individuo, sujeto, persona.
Él, nunca me lo dijo, pero sé que siempre la esperará, y siempre seguirá enamorado en el fondo de ella, por mas que esas almas se crucen y las palabras sean un «Hola, como estás»… La emotividad y la efusión del encuentro se irá apagando, y poco a poco los amores que se fueron sufrirán una amnesia selectiva de lo que se vivió para poder seguir adelante, para poder seguirla vida como corresponde. El microclima del depto. donde sus cuerpos se encontraban será disipado y por mas que un día él visite ese lugar, ella se encargará de dejarle en claro que solamente lo extraña pero que en verdad nunca se animará a amarlo. Es consciente de que la nube de ese bajó cubre hoy su cielo intempestivo, pero también verá el sol salir mas resplandeciente que nunca. No logró adivinar jamás el diminutivo femenino de crazy, pero Aerosmith tenía razón después de todo… «you drive me crazy, crazy for you, baby»