Psicoanálisis de las Elecciones en USA

En política lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno

Konrad Adenauer

Mucho se ha hablado de que pare ser Político, hay que ser un poco psicópata, debido que el poder atrae a este tipo de personas. Poco se ha analizado al proceso electoral en su conjunto.

Como dijo Aristóteles hace más de dos mil años, las democracias degeneran en tiranías por “la falta de escrúpulos de los rastreros demagogos”, que aparecen como setas en otoño en los sistemas en decadencia, y porque el ciudadano se acomoda y olvida que el poder supone siempre una amenaza latente para su libertad, pues tiende a destruir la moral y la capacidad de juicio de quien lo ejerce. Por ello la Libertad no consiste en solamente sufragar o votar cada 4 o 5 años, sino que se basa en la construcción de un territorio que tenga leyes y orden pero libertad para ejercer la función de la economía y conservar una cultura que identifique a los integrantes de dicha sociedad.

En mis años mas livianos siempre me sedujo la idea de una Libertad Anárquica sin gobierno alguno, pero estando dentro de la salud mental me di cuenta que existen muchos seres humanos incapaces de gobernar su propia vida. Sé que como dijo británico Lord Acton, «El poder tiende a corromper», y no quiero irme al extremo de una patología del poder, lo que quiero decir es que es necesario que existan gobiernos y gobernantes para que las repúblicas funcionen de una manera correcta, con sus fallas, pero con justicia.

Las últimas elecciones en Estados Unidos dejaron plasmada a las claras de que la ferocidad política es un Goce que no encuentra saciedad y no encuentra satisfacción. No es un Placer y quiero presentarles la diferencia entre Goce y Placer, a priori el desarrollo de los conceptos psicoanalíticos en el campo de la Política Norteamericana.

Antes que nada «goce» y «placer» pueden parecer palabras que aluden a lo vulgar o a lo sexual, pero en Psicoanálisis son moneda corriente y se utilizan para ir mas allá de lo que se piensa. Ambos conceptos fueron profundizados por Jacques Lacan en «Psicoanálisis y medicina», una conferencia para médicos no psicoanalistas.

“¿Qué se nos dice del placer? Que es la menor excitación, lo que hace desaparecer la tensión, la atempera más, por lo tanto aquello que nos detiene necesariamente en un punto de alejamiento, de distancia muy respetuosa del goce. Pues lo que yo llamo goce, en el sentido que en el cuerpo se experimenta, es siempre del orden de la tensión, del forzamiento, del gasto, incluso de la hazaña. Incontestablemente hay goce en el nivel donde comienza a aparecer el dolor, y sabemos que es sólo a ese nivel del dolor que puede experimentarse toda una dimensión del organismo que de otro modo aparece velada (…) Este cuerpo no se caracteriza simplemente por la dimensión de la extensión: un cuerpo es algo que está hecho para gozar, gozar de sí mismo”.

En este primer fragmento notamos que el disparador fue el texto de Freud «Mas allá del principio de placer», donde al placer se lo vincula con la reducción de una tensión. Sin embargo Lacan advierte que el goce, “en el sentido que en el cuerpo se experimenta, es siempre del orden de la tensión”,  el goce a partir de lo básico: cómo se lo percibe y se lo experimenta en el cuerpo. Se trata de algo comprobable en el día a día. Por lo tanto es imposible no gozar.

Agrega que el goce es del orden “del forzamiento”. Esto también marca a fuego una gran diferencia con el placer: en el placer no se fuerza. Y añade Lacan: “… del gasto”; el goce desgasta, algo se pierde. Y agrega aún “… incluso de la hazaña”: aquí ya sale de la descripción del goce en el cuerpo y salta a lo simbólico-imaginario. La hazaña es una determinada realidad con que el sujeto se expresa. Especialmente los hombres son muy propensos a creernos héroes de hazañas, y esto sucede particularmente en los obsesivos. Siempre tienden mostrar que se puede un poco más.

El fragmento sigue con que “hay goce en el nivel donde comienza a aparecer el dolor”. Destaco que es “donde comienza” el dolor. Hay una cierta vulgarización psicoanalítica para la cual el goce sería en sí mismo dolor, sufrimiento: puede serlo, sí, pero sólo a veces. Lo cierto es que, cuando comienza a aparecer el dolor, el cuerpo se empieza a experimentar. Entonces, continúa Lacan, “puede experimentarse una dimensión del organismo que de otro modo queda velada”. Los intestinos nos pasan inadvertidos hasta que se producen retortijones. La existencia de la musculatura lisa no se advierte hasta que duele o entra en tensión.

¿Qué tiene que ver lo planteado anteriormente con las elecciones en Estados Unidos? Si en el goce algo se desgasta y algo se pierde, podemos afirmar que mucho se ha perdido y desgastado. Joe Biden tuvo su complejo de Edipo político temiendo perder una elección jugada por muchas minorías que gritaban fuerte por justicia, sin embargo el complejo de castración política lo sufrió Donald Trump, al ser desplazado del poder por un sector de la población americana.

Han sido cuatro días de caos y angustia entre los ciudadanos que han llevado a muchos seres humanos a estar pendientes 24/7 del resultado final, cuatro días que conjugan mucho tiempo de militancia y fanatismo tanto por Demócratas como por los Republicanos.

La elección se ha definido voto a voto y Pensilvania se encargó de definirlo todo colocándolo a Biden en la Casa Blanca y haciendo a un lado al Republicano Trump, post- conteo de votos y un bombardeo de incriminaciones que alegaban Fraude electoral. Ansiedad por un lado, Angustia por el otro. ¿El objetivo? los tan anhelados 270 votos.

La Angustia nos estanca y la Ansiedad nos mueve a hacer algo; El que empezó con ventaja fue Trump, lo que pudo hacer causado una angustia a Biden que lo llevó a quedarse en ese lugar y estancarse a esperar el fin del conteo, Trump por su parte le ganó la ansiedad y como una crónica del deseo hizo lo que sintió adelantandose a los resultados electorales; No todo lo que nos mueve nos leva a buen puerto y no todo lo que nos estanca nos hace perder el tiempo o perder algo simplemente.

El Covid-19 fué un trauma para Estados Unidos y el síndrome de estrés post traumático se hizo presente, en las manifestaciones de ambos lados, enla negación por no aceptar resultados y en el narcisismo extremo de reivindicar luchas que solo generan goce, goce que desgasta al resto de la sociedad.

Los medios de comunicación hicieron eco del inconsciente colectivo, denostando las cosas que ambos bandos habían estado diciendo en los últimos tiempos, sin represión ninguna y con total soltura. Y si nos adentramos en la militancia y fanatismo veremos de la Super hiper transferencia existente entre políticos y personas.

En el Diván de la Casa Blanca en Washington se maneja la hipótesis de que habrán cambios sustanciales debido al cambio de gobierno e ideología. Nadie se va a olvidar del fragmento de video donde Biden comete un Lapsus linguae alegando que serían protagonistas del mayor fraude de la historia de los Estados Unidos, pero es preferible dejar de lado, lo han tapado.

Es importante señalar que la política es un concepto que ha evolucionado a través de la historia de la humanidad, y siempre se ha buscado lograr una relación idónea entre el bien común y el gobierno, sin embargo por los diversos sucesos no tan agradables de los últimos años ( guerras, conflictos entre partidos políticos, la no satisfacción de necesidades de la mayoría) se los percibe muchas veces como dos entes totalmente excluyentes. (Y nuevamente la aparición de la satisfacción de una necesidad).

Desde el plano político es importante conocer al individuo tanto en su funcionamiento como tal como cuando forma parte de un grupo. De ahí la importancia de estudios como los de minorías, fenómenos de masas, factores que influyen en la intención de voto, cómo promover la participación política, liderazgo, opinión pública, entre otros. Así como conocer las dinámicas y variables que pueden dificultar o mejorar el funcionamiento en política (estudios sobre autoritarismo, discurso político, conducta política, heurísticos empleados en la toma de decisiones,
procesos de pacto y negociación), aspectos que muchas veces no se les da el valor debido y que después tienen grandes repercusiones en la desarrollo de un país.

¿Cuál será el proyecto de vida en los próximos 4 años? ¿Será impulsado por la Ansiedad? ¿Estará signada por la melancolía y una nueva «depresión?

Sombras del ACV

Una de las principales causas de muertes silenciosas en el mundo y causante de las discapacidades cognitivo-funcional son los ACV (Accidentes Cerebro-Vasculares). En Uruguay su importancia a nivel epidemiológico es importante por ser la segunda causa de muerte en general y la primera causa de muerte en Mujeres y es la primera causa de discapacidad en adultos.

Una de cada 6 personas en nuestro país tendrán un ACV mientras que 7 Uruguayos mueren por día a causa de dicha patología. Como hemos mencionado es una raíz común de manifestaciones psicopatológicas que condicionan el curso de la vida de la persona y a su vez de la enfermedad y su desarrollo post-ACV.

Los infartos Cerebrales se producen en el 80% de los casos de ACV. Los otros menos comunes son el ACV hemorrágico (20%), que se produce por hemorragia, ya sea dentro del tejido cerebral (hemorragia intracerebral:
15%) o en el espacio subaracnoideo (hemorragia subaracnoidea: 5%). Son numerosos los factores de riesgo existentes en un ACV, como pueden ser:

  • La Hipertensión arterial mal controlada, por lo cual es necesario llevar un control cuidadoso y apegarse al tratamiento en caso de cursar con la enfermedad.
  • El tabaquismo, pues la nicotina y el monóxido de carbono de los cigarros altera el sistema cardiovascular. Además, la combinación de tabaquismo y anticonceptivos orales conlleva un riesgo aún mayor.
  • La diabetes, por lo cual es importante tratarla en caso de que esté presente o evitar su aparición con una dieta saludable.
  • Una dieta poco saludable, por lo que debemos optar por alimentos que mejoren nuestra salud cardíaca y cerebral. Se ha visto que consumir cinco o más porciones de frutas y vegetales al día reduce el riesgo de ictus.
  • La inactividad, por lo que debemos incluir al menos 30 minutos de actividad física la mayoría de los días.
  • El sobrepeso y obesidad; se ha visto que disminuir tan poco como 5 a 10 libras reduce el riesgo cardiovascular.
  • Los niveles de colesterol elevado, pues permite el desarrollo de trombos.
  • Las enfermedades arteriales, ya que el desarrollo de ateroesclerosis permite la aparición de trombos y émbolos que pueden llegar al cerebro.
  • La fibrilación auricular aumenta cinco veces el riesgo, pues se pueden formar trombos que lleguen al cerebro.
  • Cardiopatías, sobre todo enfermedad coronaria e insuficiencia cardíaca.
  • La anemia drepanocítica, pues los glóbulos rojos transportan menos oxígeno y tienden a formar trombos.
  • El aumento de la edad,
  • Hipertensión arterial
  • Infarto de miocardio
  • Diabetes mellitus
  • Hiperlipidemia
  • Fibrilación auricular
  • obesidad e hiperhomocisteinemia

Si hablamos de la Psiquis, lo motriz y la actividad sensorial, las alteraciones principales son la Afasia y lo Hemianopsia.

AFASIA: La afasia es el trastorno del lenguaje que se produce como consecuencia de una patología cerebral. Se trata de la pérdida de capacidad de producir o comprender el lenguaje, debido a lesiones en áreas cerebrales especializadas en estas funciones (Hemisferio Cerebral Izquierdo). Es entonces una pérdida adquirida en el lenguaje oral.

HEMIANOPSIA: La hemianopsia tiene que ver con los hemisferios, o mejor dicho, los hemicuerpos, que son los lados de nuestro cuerpo divididos por un eje vertical (es decir, los lados izquierdo o derecho) en lo que respecta a nuestro sistema nervioso. En concreto, la hemianopsia es la ceguera en lo relativo a uno de los lados del campo visual. Dicho de otra forma, no es que no veamos por un ojo y como consecuencia nuestro campo visual se estreche en el sentido horizontal al verse reducido uno de sus lados; es que en uno de los dos ojos, o en los dos, uno de las dos mitades del campo visual ha dejado de existir.

Comportamiento (conducta), Manifestaciones cognitivas y sintomatología emocional (y afectiva) después de un ACV,

Escasean los estudios al respecto de estos asuntos y hacen con que los trastornos psiquicos y motores pasen a segundo plano.

Los síntomas como las alteraciones de la personalidad se hacen presentes junto a los trastornos neuropsiquiátricos como depresión, ansiedad o apatía posterior al ACV. Además de otros trastornos neuropsicológicos como amnesia, disfunción ejecutiva o negligencia unilateral, que son manifestaciones clínicas comunes después de un ACV y pueden ser la única característica dominante de la presentación clínica.

TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD: Los trastornos de la personalidad son un grupo de afecciones mentales en las cuales una persona tiene un patrón prolongado de comportamientos, emociones y pensamientos que es muy diferente a las expectativas de su cultura. Estos comportamientos interfieren con la capacidad de la persona para desempeñarse en las relaciones interpersonales, el trabajo y otros contextos.

DISFUNCIÓN EJECUTIVA: Las Funciones Ejecutivas son las habilidades cognitivas que permiten la anticipación y el establecimiento de metas, la planificación y programación, el inicio de actividades y operaciones mentales, la autorregulación de las tareas y la capacidad para llevarlas a cabo con eficacia.

A pesar de que el cerebro es capaz de una reorganización y recuperación cognitiva significativa (propiedad denominada como Neuroplasticidad), que puede ocurrir en los primeros meses después de los ACV, un gran caudal de pacientes no muestran mejoría en absoluto o incluso pueden deteriorarse a largo plazo o presentar un deterioro cognitivo
como la demencia.

DEMENCIA: Es una pérdida de la función cerebral que ocurre a causa de ciertas enfermedades. Afecta la memoria, el pensamiento, el lenguaje, el juicio y el comportamiento.

No se conoce la génesis ni la prevalencia de los trastornos psicopatológicos tanto en los ACV agudos y sub-agudos, En términos psicoanalíticos me arriesgo a decir que las afecciones psicosomáticas pueden darse debido a una herida narcisista provocada por no poseer completamente el control de si mismo en lo que refiere a lo cognitivo y que ahor lo vé dañado, aunque antes debido a su ello no lo tenía del todo.

Las manifestaciones psicopatológicas mencionadas antes se manifiestan en un porcentaje mayor al 50% de las personas que han sufrido un ACV

Una de las secuelas mas frecuentes son las discapacidades cognitivas. Durante el primer año la prevalencia del deterioro cognitivo después del ACV es del 10-82%, según los criterios utilizados y de la población de pacientes seleccionados. La mayoría de estudios que analizan la relación entre ACV y deterioro cognitivo ha informado más sobre demencia
vascular o demencia post-ACV en general, incluyendo el concepto de demencia multiinfarto.

Hay varios factores posibles que podrían provocar este deterioro a largo plazo. Se sabe que el ACV exacerba las afecciones tales como el Alzheimer, pero los pacientes también podrían sufrir síntomas posteriores al ACV o ACV secundarios que provocan una lesión continua en el cerebro.

Psicopatologías más Comunes

En base a entrevistas e investigaciones realizadas para llevar a cabo este trabajo, les propongo a continuación un listado de patologías de la psiquis que pueden afectar el soma e incluso llevarnos a la muerte:

DEPRESIÓN

Si vamos a los manuales de los desordenes mentales como el DSM V, la depresión se  cataloga como un trastorno del ánimo debido a una enfermedad médica, pero sin ánimos de desacreditar tantos años de investigación ni tampoco el conocimiento académico de los que han desarrollado tales manuales, no creo que sea tan así. Desde la salud mental y la psicología, mi concepción personal en lo que respecta la temática ‘Depresión’ radica en una muerte, ¿Cual tipo de muerte? La que no suscita el abandono de la funcionalidad de los órganos, sino el óbito que imprime el ‘Deseo’ que impulsa hacia la pulsión de vida y deviene en la vitalidad consciente que hace con que vivamos en función de esa fuerza.

Se ha comprobado que existe relación entre la depresión y la localización de la lesión causada por el ACV, asociándose a lesión de la corteza cerebral izquierda, predominantemente del lóbulo frontal que afecta los circuitos frontosubcorticales, ganglios básales y sistema límbico; habiendo una hiporegulación del sistema serotoninérgico (regulación en el hipocampo e la serotonina).

Los factores psicosociales cumplen un papel muy importante como predictores para el desarrollo de la depresión, como por ejemplo la actitud del paciente hacia su enfermedad o dolencia, o el nivel de preparación e información de las personas que se harán responsables del cuidado del paciente, la personalidad premorbida (forma de referirse a los cambios y signos puntuales que pueden presentar los sujetos antes de padecer una alteración mental severa) y los antecedentes familiares de trastornos depresivo, el sexo femenino habiéndose reportado una relación de dos a uno respecto a los varones.

En un análisis de los sígnos de depresión se encontró que el ánimo depresivo (anhedonia), falta de apetito, fatiga, lentitud psicomotora, ideación suicida son altamente sensibles para el diagnóstico de depresión post-ACV. «La falta de interés» puede ser parte de la apatía, otra de las posibles complicaciones, que discutiremos posteriormente.

Anciano apenado (En la puerta de la eternidad), 1890 / Foto: Wikimedia Commons.

MANÍA

La manía es un cuadro incierto y que se dá de forma atípica y un tanto rara.

El cuadro clínico de la manía post-ACV es similar a la manía clásica que no está asociado a una enfermedad médica; presentándose a través de la verborragia, fuga de ideas, delusiones de grandeza seguida muchas veces de episodios depresivos, su incidencia es del 1% en los pacientes con ACV agudo. Encontrándose correlación con antecedentes de familiares de trastornos del ánimo. Se asocia a lesiones en la región anterior de ambos hemisferios (lóbulo temporal derecho y núcleo caudado derecho), región subcortical derecha, parte ventral derecha pontina, ganglios básales izquierdos, y tálamo derecho.

Si se presenta un episodio maníaco en un adulto mayor, como regla se recomienda realizar estudios de imagen cerebral (neuroimagen) para descartar la presencia de ACV, pese a que puede presentarse tardíamente un trastorno bipolar primario.


Mania e Thanatos Pintura por Stefano Davidson

APATÍA

Se refleja en una falta de iniciativa para la realización de actividades cognitivas, que puede ser tan llamativa como prácticamente no hablar (estando el lenguaje suficientemente preservado), o no mostrar ningún interés o curiosidad por las actividades que realizan otras personas.

Su incidencia es del 62,3% en los casos de ACV. El paciente muestra una ralentización en sus acciones espontáneas y en el habla, la respuesta puede ser corta, lenta, o incluso ausente, habiéndose descrito que en la apatía por lesión del lóbulo frontal es frecuente una reducción en la capacidad de dirigir la atención a algo novedoso.

DESORDEN DE EXPRESIÓN EMOCIONAL INVOLUNTARIA

Fenomenológicamente es el incremento en la frecuencia del llanto o risa provocado por estímulos poco relevantes y no apropiado para el contexto (llanto y risa patológica, labilidad emocional o afectiva, emocionalismo, incontinencia emocional, emociones o afectos patológicos, y descontrol emocional, términos que son usados para describir la misma patología) .

Se caracteriza por:

  1. Disbalance en la relación estímulo respuesta
  2. La desconexión entre ánimo y afecto (en este caso lo que se exterioriza del estado de ánimo), describiendo que la emoción visible no necesariamente corresponde a lo que el paciente esta sintiendo
  3. La naturaleza estereotipada de los paroxismos (Grado de mayor exaltación de un sentimiento, un estado de ánimo o una sensación), descrita como una invariabilidad de la respuesta emocional cualquiera sea el estímulo.

Fenomenológicamente es el incremento en la frecuencia del llanto o risa provocado por estímulos poco relevantes y no apropiado para el contexto. Ocurre aproximadamente en el 40% de ACVs agudos, tiende a disminuir a 15-21% al sexto mes de seguimiento, y al 10 % posterior al año de ocurrida la lesión. Es más frecuente en pacientes ancianos, en pacientes con enfermedad vascular lacunar y en pacientes con historia previa de abuso de drogas; se asocia con trastornos del ánimo, presencia de conducta agresiva y trastornos de ansiedad, no encontrándose diferencia por género, ya que se independiza de la presión social que ocurre en el llanto normal. El IEED es parte esencial del síndrome de parálisis pseudobulbar que se da a consecuencia del daño bilateral en las vías córtico-bulbares, quedando liberados los centros primarios de la risa y/o llanto del control de la corteza cerebral, especialmente de la corteza prefrontal, habiendo evidencias de una especialización hemisférica asociada a daño de corteza frontal izquierda. El Llanto y risa patológica difieren totalmente del llanto y risa normal en que se presentan de manera incontrolable, en paroxismos estereotipados y repetitivos ante estímulos poco significativos, pudiendo alternarse entre risa y llanto. En el llanto generalmente se observa que el rostro expresa dolor, hablan poco o bajo, los labios tiemblan, los ojos se llenan de lágrimas, hay cambios en la respiración y postura del cuerpo, tendiendo a lamentarse repitiendo ciertas frases, estos episodios de llanto pueden durar aproximadamente entre 30 segundos a 15 minutos. Tales síntomas causa malestar y vergüenza en el paciente que lo incapacita aún más socialmente, interfiriendo con la comunicación y su rehabilitación.

PSICOSIS

Su prevalencia se estima alrededor del 1 al 2%, pero estos síntomas tienden a disminuir un 10% después de los seis meses post-ACV; incluso, en algunos casos (en su mayoría pacientes geriátricos) es el cuadro clínico de presentación del ACV agudo. La psicosis post-ACV se define como un síndrome de esquizofrenia-like o psicosis esquizofreniforme (desde el punto de vista fenomenológico) con presencia de alucinaciones (tanto auditivas o visuales) y/o delirios, que implican una variedad de presentaciones como las psicosis atípicas, alucinosis peduncular, psicosis orgánica y delirio agitado; se presenta mayormente en pacientes con déficit motor considerable y defecto y/o negligencia visual importantes.

Los síntomas reportados incluyen: Delusiones paranoides de tipo confabulatorio y celotípicas, encontrándose relación con lesión en el hemisferio cerebral derecho, sobretodo a nivel del lóbulo frontal, (una de las funciones del hemisferio derecho es el producir experiencia de familiaridad, y el lóbulo frontal es donde se corrige las distorsiones en la percepción de nuevas vivencias). Falso reconocimiento, como la paramnesia (creer estar en diferente lugares), Síndrome de Capgras (creer que personas familiares han sido sustituidos por impostores), y el Síndrome de Frégoli (una o más personas de su ambiente han adquirido la apariencia de desconocidos), que se asocian a desconexión cerebral de las áreas de reconocimiento de rostros (gyrus fusiforme y gyrus parahipocampal) con la parte antero-inferior y medial del lóbulo temporal derecho, área encargada de la memoria a largo plazo, de la recuperación de información, del reconocimiento visual, y del almacenaje de imágenes de rostros y escenas. Alucinaciones, las de tipo visual se relacionan a lesión del lóbulo occipital, donde se almacenan los recuerdos visuales, pero cuando se observan escenas complejas el daño es a nivel occipito-parieto-temporal (áreas de asociación visual). Las alucinaciones de tipo auditivas que son menos frecuentes y se asocian a daño de corteza temporal, parietal, frontal, estructuras límbicas (especialmente hipocampo y regiones para-límbicas), en especial del hemisferio dominante. Las alucinaciones olfativas se asocian a daño a nivel del lóbulo temporal e hipocampal. Además asociados a estos síntomas se reportan estados confusionales, trastornos del afecto, cambios en el humor, y disturbios conductuales.

DELIRIO

Es un trastorno de la conciencia en la cual se ve alterada la capacidad de enfocarse o de mantener la atención; está acompañado de cambios en la cognición, alteraciones en la percepción que no puede ser explicado por una patología a priori. El delirio ocurre en el transcurso de horas o días con fluctuaciones en la severidad. Ocurre en el 24-48% de pacientes con ACV agudo tanto hemorrágico como isquémico, en el caso de pacientes ancianos hospitalizados la tasa de delirio se incrementa a 14-56%. Se RRITABLIDen cuenta como factores precipitantes la edad, enfermedades físicas como comorbilidad, deterioro cognitivo/demencial, trastornos de la psiquis previos, factores iatrogénicos como la polifarmacia (las principales son derivados opioides, corticoides y benzo-diazepinas), retiro de algunas drogas, los múltiples procedimientos, y las unidades de cuidados intensivos (por la exposición a gran cantidad de estímulos). La patogénesis del delirio aún es poco conocido, aunque se ha encontrado asociación con el uso de algunos medicamentos con sutil efecto anticolinérgico.

IRRITABILIDAD

Se da en el 33% de casos de ACV. Clínicamente se caracteriza por impaciencia en el 73% de ellos, hostilidad o ataques de rabia en el 62%, y cambios bruscos del humor en el 58%, siendo el pico máximo de presentación al año post-ACV. Existen múltiples factores de riesgo como: varones entre 15 a 34 años, bajo nivel socioeconómico, estado civil, alteración del sueño, fatiga, afasia, y la comorbilidad con depresión.

En relación al correlato neuroanatómico se sabe que esta asociado a daño severo a nivel del lóbulo órbito frontal o lóbulo temporal anterior (amígdala), a daño no severo a nivel del lóbulo fronto basal, al daño directo del sistema límbico, al deterioro de las funciones corticales y lesión en la corteza cerebral más frecuentemente izquierda; habiendo una relación inversa respecto a la severidad del daño, a menos severidad se presenta más irritabilidad.

ANSIEDAD

Las manifestaciones sintomatológicas de la ansiedad son muy variadas y pueden clasificarse en diferentes grupos:

Físicos: Taquicardia, palpitaciones, opresión en el pecho, falta de aire, temblores, sudoración, molestias digestivas, náuseas, vómitos, «nudo» en el estómago, alteraciones de la alimentación, tensión y rigidez muscular, cansancio, hormigueo, sensación de mareo e inestabilidad. Si la activación neurofisiológica es muy alta pueden aparecer alteraciones del sueño, la alimentación y la respuesta sexual.

Psicológicos: Inquietud, agobio, sensación de amenaza o peligro, ganas de huir o atacar, inseguridad, sensación de vacío, sensación de extrañeza o despersonalización, temor a perder el control, recelos, sospechas, incertidumbre, dificultad para tomar decisiones. En casos más extremos, temor a la muerte, a la locura, o al suicidio.

De conducta: Estado de alerta e hipervigilancia, bloqueos, torpeza o dificultad para actuar, impulsividad, inquietud motora, dificultad para estarse quieto y en reposo. Estos síntomas vienen acompañados de cambios en la expresividad corporal y el lenguaje corporal: posturas cerradas, rigidez, movimientos torpes de manos y brazos tensión de las mandíbulas, cambios en la voz, expresión facial de asombro, duda o crispación, etc.

Intelectuales o cognitivos: Dificultades de atención, concentración y memoria, aumento de los despistes y descuidos, preocupación excesiva, expectativas negativas, rumiación, pensamientos distorsionados e importunos, incremento de las dudas y la sensación de confusión, tendencia a recordar sobre todo cosas desagradables, sobrevalorar pequeños detalles desfavorables, abuso de la prevención y de la sospecha, interpretaciones inadecuadas, susceptibilidad, etc.

Sociales: Irritabilidad, ensimismamiento, dificultades para iniciar o seguir una conversación, en unos casos, y verborrea en otros, bloquearse o quedarse en blanco a la hora de preguntar o responder, dificultades para expresar las propias opiniones o hacer valer los propios derechos, temor excesivo a posibles conflictos, etc.

No todas las personas tienen los mismos síntomas, ni éstos la misma intensidad en todos los casos. Cada persona, según su predisposición biológica y/ o psicológica, se muestra más vulnerable o susceptible a unos u otros síntomas.

Su prevalencia es de 25-50% en la fase aguda del ACV, tiende a disminuir con el paso de los años. El 75% de los pacientes con trastorno de ansiedad post-ACV se asociaron a trastornos depresivos, y el 80% de los pacientes con algún trastorno de ansiedad tuvo una comorbilidad psiquiátrica. Aparentemente se asocia más a lesiones del hemisferio cerebral izquierdo y pacientes afásicos; por el contrario los que minimizan el problema o bromeaban sobre su problema tenían daño a nivel del hemisferio derecho.

SINDROME DE ESTRES POST TRAUMATICO

Se dá entre un 7 y 12% de la población post acv, independientemente del sexo y la edad, se le asocia a antecedentes de rasgos de personalidad neurótica. Ocurre después de hechos severos impredecibles como los ACV, estos pacientes tienen maniobras de evitación, reexperiencia, intrusión y ansiedad anticipatoria del ACV.

OTROS

Existen otros que se pueden dar pero de ninguna manera son menos importantes ni menos frecuentes, tales como el Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), la Fatiga, los Trastornos de la sexualidad, deterioro cognitivo vascular, síndrome del lóbulo frontal, alteraciones en la teoría de la mente, alteraciones en la empatía.

Al haber analizado todo lo que aquí les he presentado, queda muy clara la importancia de detectar de manera correcta los síntomas para actuar de manera precisa y así llevar a cabo el correcto trabajo dentro de la estimulación cognitiva. Existen muchos tipos de sufrir un accidente cerebrovascular, algunos lo viven de una manera y otras personas lo viven de otra manera, por lo cual, psiquicamente es muy amplio el tema como para explayarme en un artículo informal como este.

Los síntomas y trastornos que aquí fueron plasmados obstaculizan de manera intensa la recuperación tanto somática como mental; lo que es positivo es la multiplicidad de herramientas existentes para llevar a cabo un buen pronóstico. El tiempo también debe ser un elemento principal y menester a la hora de embarcar en el camino padeciente de la recuperación, ya que acelerar los procesos puede resultar iatrogénico y negativo.

Urge entonces un trabajo INTEGRAL junto a un equipo multidisciplinario y comprometido para con esa recuperación, debiendo ser el Psicólogo una de las piezas claves en el gran puzzle vital de la persona. Aplicar, ser incisivo y acompañar, serían mis tres propuestas para finalizar este artículo.

Referencias:

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Luna-Matos, Matilde, Mcgrath, Harold, & Gaviria, Moisés. (2007). Manifestaciones neuropsiquiátricas en accidentes cerebrovasculares. Revista chilena de neuro-psiquiatría45(2), 129-140. https://dx.doi.org/10.4067/S0717-92272007000200006

Matilde Luna-Matos1, Harold Mcgrath2 y Moisés Gaviria3, Rev. chil. neuro-psiquiatr. v.45 n.2 Santiago jun. 2007